E.C. 09/01/2024
A primeros de diciembre, y bajo una gran expectación mediática, se dieron cita en Oviedo los diez cocineros españoles más influyentes de la historia de la gastronomía. El homenaje consiguió reunir a Ferrán Adrià, Joan Roca, Martín Berasategui, Pedro Subijana, Elena Arzak, Quique Dacosta, Hilario Arbelaitz y José Andrés bajo el mismo techo, y como no, en torno a una buena mesa en la que no faltó un menú con Ternera Asturiana, que también se convirtió en protagonista de la velada.
Sólo faltaron a la cita, por motivos de agenda, Karlos Arguiñano y Andoni Luis Aduriz, que se sumaron mediante vídeos de agradecimiento.
Este homenaje, a cargo de la asociación de restaurantes Fomento de la Cocina Asturiana, fue posible gracias al apoyo de la viceconsejería de Turismo y su marca “Cocina de paisaje”, y se enmarcó dentro de los actos de la capitalidad gastronómica española de Oviedo.
La cena posterior contó con el patrocinio de diferentes marcas, entre las que no faltó Ternera Asturiana proporcionando el plato principal, solomillo confitado y cremoso de patata, confeccionado por Isaac Loya para tan singular ocasión.
Las reflexiones de los grandes de la cocina
En un ameno coloquio, dirigido por el periodista gastronómico David Fernández Prada, todos los homenajeados destacaron lo especial de la ocasión. Y así fueron desgranando, uno a uno, durante casi dos horas, su visión de la cocina, de su historia, su presente y sus retos de futuro.
Jose Andrés recibió una cálida acogida en forma de gran aplauso, tras las recientes pérdidas humanas sufridas por su ONG World Central Kitchen, cuando se encontraba desarrollando tareas humanitarias en Gaza. El premio princesa de Asturias de la concordia reconocía estar «en el lugar donde estoy más arropado del mundo, Asturias. En los peores momentos de la humanidad, lo mejor siempre sale. En los peores momentos hay gente ayudando a gente, y si hay algo que aplaudir son esos momentos en que la gente siempre está al lado de la gente», aseguró el chef mierense, visiblemente emocionado.
Ferran Adrià agradeció el homenaje, asegurando que «es el primero que se hace en España a la cocina española, no a nosotros, que estamos en representación», asegurando que «nos tenemos que querer nosotros mismos». A sus declaraciones se unió la tercera generación de la familia Arzak, representada por Elena Arzak, que agradeció especialmente las muestras de cariño hacia su padre y reconoció los muchos esfuerzos llevados a cabo para llevar la cocina española al punto donde se encuentra hoy. «He vivido la hostelería desde que nací y es un mundo fascinante, que ha cambiado a marchas forzadas, trabajando y luchando para llegar hasta donde está hoy».
Hilario Arbelaitz, ya jubilado tras 52 años dedicado a la cocina, reconoce que sigue «viviendo la hostelería», orgulloso de las personas que pasaron por su casa y se han quedado en el mundo de la gastronomía «sin pensar quedarse en ella». Pedro Subijana fue el encargado de hablar del papel de la cocina vasca y su influencia clave para la cocina española. «Nos reunimos una docena de cocineros y cocineras en el entorno de San Sebastián, con ilusión, ganas de cambiarlo todo y empezamos a trabajar juntos. Eso, que nació en los años 76-78, no había existido, y fue un auténtico tesoro».
Joan Roca reflexionó a cerca del proceso de transición en el que el sector está inmerso para poder proporcionar una mejor calidad de vida a los trabajadores de la cocina. «Hay muchos jóvenes que quieren ser cocineros, y siempre les digo que no hay por qué tener un restaurante. Se puede dar reputación a un establecimiento que lo necesite y ser feliz cocinando». Quique Dacosta subrayó la importancia del papel de la mujer en la cocina. «En mi caso la jefa de cocina, Carolina Álvarez, es una mujer maravillosa, al frente de un equipo de 30 personas, que está ahí por sus propios méritos. Creo que no hay ningún límite en estos tiempos, y en mi casa se pregona con el ejemplo».
Finalizó el turno de intervenciones Martín Berasategui reflexionando sobre el papel de la prensa gastronómica en el desarrollo de la cocina española. «Fueron vistiendo de lujo lo que estábamos haciendo en la cocina, y juntos sembramos para conseguir un país que con los años ha hecho historia en la cocina». Su secreto, «trabajar duro, con la sonrisa de par en par, trasladando felicidad a la cocina y siendo embajadores de muchos productos, con la suerte de haber nacido en el país del que hemos salido».
Karlos Arguiñano y Andoni Luis Aduriz, que no pudieron estar presentes, enviaron un vídeo agradeciendo el homenaje. «Sigo con la misma ilusión o más que cuando empecé», explicó Arguiñano. «No hay nada más tradicional que la creatividad», cerró Aduriz.
Todos los premiados recibieron una pieza cedida por la Agrupación de ceramistas de Asturias, de modo que el importe destinado a estos reconocimientos fue cedido para arrancar una subasta que, con objetos de valor y cenas cedidos por los galardonados, consiguió recaudar más de 16.000 para la ONG World Central Kitchen y su labor en Valencia.
Homenaje a los hermanos Manzano
Además, se aprovechó la ocasión para rendir un homenaje extra. El que se realizó a Esther y Nacho Manzano, recientemente galardonados con su tercera Estrella Michelin en Casa Marcial. Visiblemente emocionados, recibieron el caluroso aplauso de todo un auditorio entregado a su reconocimiento, tras el hito conseguido, motivo de alegría para la cocina asturiana.
Una ocasión doblemente histórica
Este evento irrepetible, llenó de abrazos y emoción el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Un acto que tampoco pudo celebrarse en mejor ocasión, ya que tuvo como colofón un brindis que coincidió con la declaración de la Cultura Sidrera Asturiana esa misma tarde como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Un día histórico para Asturias, España y su gastronomía, que culminó con un escanciado conjunto de todos los asistentes en señal de orgullo y alegría por el hito conseguido.