Desde hace cuatro años Ternera Asturiana viene poniendo rostro femenino a sus campañas de comunicación. Antes incluso de aquel histórico 8 M de 2018, en el que una multitud salió a las calles para reivindicar la igualdad entre hombres y mujeres en España, el sello de garantía asturiano ya había apostado por hacer caer el peso de su mensaje promocional en manos de mujeres ganaderas.
La campaña “15 años Poniendo Corazón”, que conmemoraba el aniversario de la IGP, fue protagonizada por dos chicas. Una jovencísima ganadera de Cangas del Narcea, Sonia Martínez Lago y una emprendedora de Las Regueras, Judith Naves. Ellas representaban lo que es una realidad en el sector: Asturias, en ganadería, es un matriarcado y la presencia de la mujer rural es fundamental para la continuidad de la actividad agroalimentaria del Principado. Más allá de las cifras, el 56 % de las explotaciones ganaderas asturianas están a nombre de mujeres, es difícil de cuestionar que son ellas, en la mayoría de los casos, las que llevan las cuentas y la gestión de la casa pues no hay que olvidar que la mayor parte de la producción cárnica que certifica IGP Ternera Asturiana procede de explotaciones familiares.
En la Asturias rural la mujer siempre fue clave. En siglos pasados, cuando Europa estaba afectada por corrientes puritanistas, las mujeres del campo asturiano trabajaban la tierra sin prejuicios, eran copropietarias del caserío y llevaban colgada al cuello la llave del hórreo o de la panera, dando a entender de manera inequívoca su papel de administradoras de la economía doméstica.
En 2018 con la campaña “Tenemos Suerte”, Ternera Asturiana redobló su apuesta por dar visibilidad a la mujer rural basando su imagen en cuatro mujeres ganaderas asturianas. Sonia Martínez Lago, Lucía Velasco, Albina Pedraza y Astrid Castro, quienes en compañía de sus reses y fundidas con el paisaje asturiano representaron a la producción de carne certificada hecha en Asturias en infinidad de eventos, ferias ganaderas, eventos deportivos, ferias gastronómicas, charlas o coloquios. Saludaron a alcaldes, ministros y reyes, y portaron la imagen de un sector que lucha por la renovación, la igualdad y la profesionalidad con el apoyo incondicional de los hombres ganaderos con los que comparten el dia a dia en el campo.
Junta a ellas, otras mujeres ganaderas pertenecientes a la IGP como Marta Vega, Dely Marrón Escaladas, Nati Fernández, Alba Amago o Vanesa Garcia, también fueron portavoces en diferentes campañas y reportajes que Ternera Asturiana produjo para su imagen o para medios de televisión regionales y nacionales como Conexión Asturias (RTPA), Aquí la Tierra o España Directo (RTVE).
Todas estas acciones viene a sumarse a un rico entramado de agrupaciones de mujeres rurales repartido por toda Asturias desde hace varios años, sindicatos y cooperativas agrarias dirigidos por mujeres, gestoras de organismos relacionados con el campo y la industria agraria o colectivos como las Guisanderas Asturianas. Cada año, casi en cada concejo, se otorga un premio a la mujer rural del año, dando a entender que la Asturias rural también habla en femenino.
En las últimas semanas un dato ha llamado poderosamente la atención, en el nuevo grado superior de ganadería del Instituto de Luces, Villaviciosa, el 70 por ciento del alumnado está compuesto por chicas, todas ellas vinculadas a la ganadería de carne. Desde el Consejo Regulador de la IGP les gusta pensar que todas estas acciones han contribuido de algún modo a que las jóvenes asturianas sientan que la ganadería es una profesión tan digna como cualquier otra en este siglo XXI; y que seguir apostando por un relevo generacional en el que las mujeres tengan el protagonismo y el respeto que les corresponde es un paso fundamental para un campo asturiano con futuro, más profesional, igualitario y competente.