Las Naciones Unidas apuestan por la ganadería sostenible como parte de la solución a la crisis climática.
El ganado vacuno presenta mayores oportunidades de mitigación, por su impacto positivo en la biodiversidad, secuestro de carbono y retención de agua en los suelos, lucha frente a la erosión y prevención de incendios.
E.C.- 28/1/2024
Ganadería sostenible frente a la crisis climática
Según la FAO, el sector de la ganadería contribuye significativamente a las emisiones globales de GEI inducidas por el ser humano. Pero la propia FAO reconoce que ni todas las especies animales ni todas las prácticas ganaderas contribuyen a las emisiones del mismo modo. Depende de las condiciones agroecológicas, las prácticas de explotación y las cadenas de suministro. Aun siendo el sector que más GEI aporta, el vacuno es al mismo tiempo el que presenta mayores oportunidades de mitigación.
Según el gobierno de España, el sector vacuno en su conjunto representa un 3,94% de las emisiones de gases de efecto invernadero (2017), un número que dista bastante del dato mundial, emisiones que además se han reducido más de un 15% en la última década, aplicando mejoras a los procesos de producción.
En su último informe, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), de Naciones Unidas, apuesta directamente por la ganadería sostenible como parte de la solución para frenar la crisis climática.
Además, según un reciente informe de la Comisión Europea (CE) sobre el futuro de la ganadería en Europa, “el ganado, especialmente los rumiantes, puede tener un impacto positivo en la biodiversidad y en el carbono del suelo mediante el mantenimiento de praderas y matorrales permanentes y el uso optimizado del estiércol”.
La CE añade que el objetivo que debe priorizarse es favorecer la ganadería sostenible y el bienestar animal. El pastoreo contribuye a promover la biodiversidad y secuestro de carbono, la retención de agua y recarga de los acuíferos, la lucha frente a la erosión y la prevención de incendios. Y la alimentación en extensivo y los periodos largos de amamantamiento reducen el consumo de piensos. Y este tipo de alimentación implica menores emisiones.
Ternera Asturiana, sostenibilidad controlada
La producción de Ternera Asturiana está basada en razas autóctonas con una alimentación fundamentada en el aprovechamiento de recursos naturales. Los animales se amamantan con leche materna durante los primeros meses de vida, y su alimentación se suplementa con pasto, forraje, cereales y leguminosas. El pastoreo es, por tanto, una parte fundamental en el proceso de cría.
El Consejo Regulador, entidad de control acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), garantiza punto por punto, de manera objetiva, las peculiaridades de este sistema sostenible de producción.
Pero, además, abanderando su compromiso con la sostenibilidad, ha realizado un estudio pionero en España, el Análisis de Ciclo de Vida, primera IGP y organización de España perteneciente al sector ganadero en realizarlo.
Esta herramienta permite valorar los impactos ambientales (huella hídrica, huella de carbono, huella ambiental) desde la ganadería hasta la venta de carne al consumidor, siendo la base para establecer estrategias de mejora o de mitigación, en línea con los objetivos de desarrollo sostenible.
Dicho estudio ha confirmado la sostenibilidad del proceso en su conjunto, y ha concluido que “el consumo de Ternera Asturiana de una persona durante todo un año tiene un impacto en huella de carbono equivalente a un viaje de Oviedo a Madrid ida y vuelta”.