Oviedo, M. G. SALAS La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana no sólo esquiva la crisis del sector cárnico, sino que además es un producto que genera empleo en el medio rural. El consejo regulador presentó ayer en Oviedo su balance económico más dulce: casi 29 millones de euros. Esta cifra confirma la evolución de la marca, que en 2002 facturó 12 millones de euros. Su presidente, Sergio Blasco, anunció que la IGP incrementó el año pasado sus ventas fuera de la región un 29%, llegando a 11 nuevas provincias. Madrid y Baleares fueron las comunidades autónomas en las que se apreció un mayor aumento comercial, con un 60% y un 45% respecto a 2014.
Estos datos, manifestó la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, son «positivos» y un motivo para «felicitarnos». Sobre todo, para felicitar a «sus responsables: el consejo regulador y los ganaderos». A juicio de Álvarez, Ternera Asturiana es «un producto singular que genera economía y empleo» en Asturias. La marca sumó el año pasado 300 nuevas explotaciones, que supusieron un 9% más que en 2014 . Además, Ternera Asturiana ecológica registró un incremento del 8% y se llevaron a cabo 2.000 muestras para el control de la trazabilidad. «Renovamos nuestro compromiso con la marca, porque creemos que es una línea de trabajo que no se agota y en la que queremos seguir insistiendo», expresó la Consejera.
El consejo regulador de Ternera Asturiana se fija como objetivo para este año potenciar la promoción del producto al mismo tiempo que aumentar la comercialización fuera de España y realizar pruebas en el centro de Europa con el fin de abrir más adelante mercados en el extranjero.