Seis establecimientos de Asturias y Málaga reciben una mención especial por sus recetas o su personalizada atención al cliente
J.P.-214/04/2024
No han llegado a la final del VII concurso «En busca del mejor cachopo elaborado con Ternera Asturiana», pero casi. Seis establecimientos se han quedado a las puertas y, sin embargo, han llamado tanto la atención del jurado que este ha querido resaltar su trabajo. Son: Comidas Naón (Viella), Hotel Puebloastur (Cofiño), Restaurante La Botica (Lastres), Sidrería Baleares 45 (Gijón) y Sidrería La Montera Picona (Gijón) por sus ricos y originales cachopos, y el Restaurante Bar Pileta (Málaga) por la personalizada atención al cliente que presta.
Coinciden en señalar que ya están pensando en una nueva propuesta para presentarse el año que viene al popular concurso organizado por la Indicación Geográfica Protegida Ternera Asturiana, cuya final este año se celebrará el 22 de abril en el Salón Gourmets de Madrid. Que vayan a competir 13 cachopos (uno más que habitualmente) y que seis se hayan quedado a las puertas pone de manifiesto el altísimo nivel y la variedad de esta séptima edición, a la que concurrieron cerca de 70 establecimientos de todo el país.
Comidas Naón (Viella)
Ya están preparándose para el año que viene, para la que será la octava edición del concurso «En busca del mejor cachopo elaborado con Ternera Asturiana» porque, como explica la responsable, Josefina Pérez Rojo, «nos gustan mucho los certámenes, nos estimulan un poco más y nos da mucha alegría participar». Para esta edición apostó por un cachopo elaborado con Ternera Asturiana IGP, cecina, queso azul Saint Agur (el más vendido en Francia) y cebolla caramelizada. Para la próxima convocatoria piensan combinar la Ternera Asturiana con picadillo casero y el mismo queso, «que es muy cremoso y muy rico» porque «mi clientela es de sabores fuertes». En Naón no tienen carta, sino que funcionan con menú del día y especial los sábados, «por eso los cachopos los pensamos con ingredientes que tengamos siempre en casa». Los cachopos «los vendemos muy bien», asegura Josefina Pérez, al tiempo que incide en que es un plato que permite mil combinaciones diferentes y que es lo que más piden los jóvenes.
Hotel Puebloastur (Cofiño)
El objetivo principal del establecimiento es “dar al cachopo el valor que se merece”. Así lo define el jefe de cocina, Javier Alonso, al tiempo que detalla que no es un plato que tengan en carta, sino como sugerencia. “Tenemos mucho cliente internacional, y queremos que se vaya del restaurante pensando en el cachopo como un platazo”. Por eso el camarero lo trincha en la mesa y lo sirve. La propuesta presentada, “pensada también para encumbrar ingredientes buenos, como es la Ternera Asturiana IGP; concretamente, solomillo”, llevaba cecina de wagyu y una salsa hecha con colmenillas. Como guarnición, patatas gajo y ensalada de lechuga y tomate.
Restaurante La Botica (Lastres)
Otto Gutiérrez pensaba que atravesaría la puerta de la final del concurso porque su cachopo «ha gustado muchísimo a la clientela», pues «es una propuesta sencilla pero con mucho sabor». Pese a no haber traspasado el umbral por muy poco asegura estar «contento» con la mención especial del jurado, que les reconoce el trabajo bien hecho. Su receta lleva solomillo de Ternera Asturiana IGP, «como tiene que ser si hablamos de cachopo», paleta ibérica y queso Gamonéu. La fórmula del éxito la tiene clara: «Con buen producto no hace falta mucho más, es la base». Esta es la esencia de su cachopo, pero también de la oferta culinaria que hace en el pueblo pesquero de Lastres, «donde lo marinero y los arroces salen muy bien, pero es muy difícil que no marche un cachopo». Otto Gutiérrez ya está pensando en la próxima convocatoria: «Vamos a darle caña», promete.
Sidrería Baleares 45 (Gijón)
Un cachopo con acento asturiano fue la propuesta de esta sidrería, que abrió el pasado mes de noviembre en el barrio de la sidra de Gijón. Lo elaboraron, claro, con Ternera Asturiana IGP y lo completaron con jamón asturcelta «que tenemos al corte», matiza Simona Negrila, queso La Fueya, membrillo y queso ahumado de Pría. Apostaron, además, por rebozarlo en panko y guarnicionarlo con ensalada, patatas fritas y manzana y cebolla pochada. Es una novedad en su carta, pues desde que abrieron hace cinco meses habían ofertado un cachopo con queso Cabrales, «pero ahora lo hemos cambiado por el campeón, pues haber llegado hasta aquí ha sido como ganar«, asegura Negrila, en cuya carta apuesta por la variedad, con los cachopos, los arroces y las tapas por bandera.
Sidrería La Montera Picona (Gijón)
El equipo de esta sidrería está curtido en concursos, en los que participan desde que abrieron. «Los aprovecho porque me ayudan a pensar la cocina de otro modo y me animan a hacer propuestas concretas, además de posicionarnos en el mapa y ayudarnos a llegar a más gente», explica Emilio Rubio, que va a cumplir 11 años dedicado a la hostelería. La receta con la que participó en el VII concurso «En busca del mejor cachopo elaborado con Ternera Asturiana» lleva también chosco, queso tres leches de Pría picante y manzana caramelo. Se trata de una evolución de su propuesta del año pasado. Han cambiado, fundamentalmente, el rebozado, pasando del tradicional de pan rallado al panko. También la guarnición, apostando esta vez por unas patatas asadas rellenas de crema de castañas, salsa queso picante y cebolleta. «Hay que defender los buenos productos que tenemos en la tierra, empezando por la Ternera Asturiana IGP. Por eso decidimos emplearlos en nuestro plato», apunta.
Restaurante Bar Pileta (Málaga)
Han logrado la mención especial por la atención al cliente súper personalizada que prestan, la cual empieza con la propia gestión de la reserva y continúa con el servicio en mesa. Lo explica María del Carmen García Molina en tanto «no tenemos un salón muy grande y casi siempre hay mucha gente», así que pide a todas las reservas no solo avisar la víspera para confirmar la mesa (de no hacerlo, llaman desde el restaurante), sino que preguntan y explican uno a uno los cinco cachopos que tienen en carta, para que el cliente elija. «Nuestros cachopos son de entre kilo y un kilo y doscientos gramos, no sabemos hacerlos más pequeños porque es con esa carne con la que trabajamos, así que los servimos según el número de comensales y siempre a partir de dos», explica. También detalla que anima a quienes acceden a su salón a probar los diferentes sabores y que varíen porque «son totalmente diferentes entre sí».