Ternera Asturiana, más allá de una marca, es una estrategia para el desarrollo del Occidente asturiano. Más del 60% de los animales, el 60% de los mataderos y el 30 % de las industrias de Ternera Asturiana se asientan en la zona occidental de Asturias
E.C.-27/02/2023
El 65% de la superficie de Asturias puede ser considerada Superficie de Alto Valor Natural y aproximadamente el 33% se encuentra bajo alguna figura de protección de la naturaleza. El Occidente asturiano cuenta con 33 de los 67 Espacios Naturales Protegidos del Principado, y supone un 55% de la superficie de la Red Regional de Espacios Naturales de Asturias.
Imponentes acantilados, los cauces fluviales más extensos de la región, característicos lagos, brañas y puertos donde la riqueza paisajística da refugio a especies tan emblemáticas como el oso pardo o el urogallo, y un sinfín de especies de flora y fauna características, en muchos casos, en peligro de extinción o en situación de especial protección. Todo ello configura un paisaje plagado de vestigios de un importante pasado ganadero, y que le confieren parte de su patrimonio cultural, paisajístico y arquitectónico.
Los cambios del uso del suelo, los incendios forestales o la intensificación del turismo, pueden ocasionar una pérdida del valor de estas zonas irreparable. Pero, a la vez, urge la búsqueda de actividades económicas que liguen población a las mismas, caracterizadas en su mayoría por bajas densidades de población, que además se encuentra muy envejecida. Se debe, por tanto, primar actividades que permitan un desarrollo socioeconómico sin que supongan un menoscabo para estos espacios.
Como el propio Programa de desarrollo rural sostenible del Gobierno del Principado recoge, “el sostenimiento de la ganadería en el medio rural asturiano es una condición indispensable para el desarrollo sostenible del mismo, y es que sin actividad ganadera el espacio rural tal y como hoy lo entendemos y percibimos se extinguiría”. Dicho programa establece como estrategia de desarrollo “estimular el empleo en el sector primario y la transformación de los productos derivados de este”, estableciendo la agroganadería como un sector estratégico, basado en “el mantenimiento y recuperación de las razas autóctonas, adaptadas al medio y al aprovechamiento de sus recursos”.
Pero, más allá de programas estratégicos, toda esta superficie protegida depende para su conservación de la actividad agraria y las prácticas relacionadas con el manejo extensivo de la ganadería de Ternera Asturiana, por lo que el papel de las cerca de 3.500 ganaderías familiares, más del 55% del total de las inscritas en la marca, que se asientan en el Occidente asturiano, resulta imprescindible en la preservación de su paisaje y biodiversidad. Y es que no solo en sus pastos se alimentan más de 50.000 vacas, sino que en este territorio se asientan 4 mataderos y 16 industrias transformadoras que venden Ternera Asturiana en toda España, y empiezan a hacerlo en Europa.
Por eso, el sello asturiano, más allá de una marca que confiere calidad y prestigio a sus producciones, constituye una auténtica estrategia para el desarrollo de estas zonas rurales. “Nuestra producción sigue prácticas de manejo tradicional, respetuosas con el medioambiente y con el bienestar animal en el proceso de cría. El pastoreo es una parte de este proceso, y este manejo en extensivo, junto con las características botánicas de los pastos asturianos, confieren al producto características diferenciales que convierten a la Ternera Asturiana en un producto único”, apunta Elena Cebada, Directora Técnica de la marca.
Su Consejo Regulador, avalado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), garantiza al consumidor, mediante controles rutinarios, que todas las fases de producción y obtención del producto siguen rigurosos controles que aseguran su calidad, origen y forma de producción. Para Cebada “esta acreditación sirve como respaldo a nuestro trabajo de control y reconocimiento al esfuerzo desarrollado por nuestros ganaderos e industriales en busca de la excelencia”. Los consumidores “tienen de esta forma asegurado que el producto procede de ganaderías e industrias que se someten a un total ejercicio de transparencia para darle garantía plena de calidad, origen y forma de producción.”
La ganadera y presidenta de la IGP, Isabel de la Busta, afirma que “escogiendo Ternera Asturiana, el consumidor hace una elección responsable que contribuye a que territorios como los del Occidente asturiano puedan mantener su población, conservar sus paisajes y preservar los años de tradición que se esconden en cada rincón”.
Pero no sólo es una cuestión de conservación, sino de garantizar un futuro respetuoso a estas zonas asturianas, cuya riqueza paisajística es deber de todos preservar, otorgándole una opción de futuro real. Más allá de un compromiso con los ganaderos asturianos, “consumir Ternera Asturiana es apostar por dar un futuro a la Asturias rural, ratificando que nuestro vínculo con el territorio es una de las mejores herramientas para minimizar el despoblamiento rural”, indica de la Busta.
“El camino de la sostenibilidad es el futuro, y nuestra producción lo abandera concejo a concejo. Pero los ganaderos necesitamos que el consumidor apoye nuestro compromiso, todo lo que le ofrecemos y garantizamos”, concluye su presidenta.Ternera Asturiana, una estrategia de desarrollo para el Occidente asturiano